Imagina que estás buscando trabajo. Te encuentras con dos empresas: una donde el mensaje se siente cálido y auténtico, y otra que suena sosa y ensayada. ¿Cuál elegirías? En el mercado tecnológico actual, donde todos quieren al mejor talento, tu Propuesta de Valor como Empleador (EVP) puede ser el factor decisivo.
Tu EVP no es solo un eslogan pegadizo que pones en tu página web, sino una promesa. Les dice a tus empleados qué pueden esperar y por qué tu empresa es el mejor lugar para crecer. Cuando se elabora con cuidado, muestra al mundo qué hace que tu lugar de trabajo sea único.
Por qué tu EVP realmente importa
Piensa en la última vez que elegiste una marca en lugar de otra. Seguramente, no fue solo por el producto; fue porque sentiste una conexión. Eso es lo que hace una EVP sólida. Genera confianza al demostrar que te preocupas por tu gente y entiendes lo que más les importa. En el ámbito tecnológico, donde los profesionales cualificados tienen muchas opciones, una EVP clara puede hacer que tu empresa sea memorable.
Un amigo me dijo una vez: “Me uní a ellos porque su promesa de crecimiento personal sonaba auténtica. No se trataba solo del salario, sino de la flexibilidad que ofrecían tanto a nivel profesional como personal”. Ese es el tipo de impacto que puede tener una EVP bien elaborada.
Conoce a tu gente
El primer paso es sencillo: habla con tus empleados. Toma un café con ellos, envía una breve encuesta o simplemente charla de forma casual. Pregúntales: “¿Qué te encanta de trabajar aquí?” Sus respuestas podrían revelar algo inesperado: pasión por tener horarios flexibles, entusiasmo por proyectos interesantes o agradecimiento por un ambiente de apoyo.
Estas conversaciones honestas pueden descubrir esos pequeños detalles que hacen especial a tu empresa. Anótalos. No son solo beneficios; son la esencia de tu promesa para tu equipo.
¿Qué te hace diferente?
Una vez que tengas los comentarios, pregúntate qué te distingue. ¿Estás siempre a la vanguardia de la tecnología? ¿Ofreces beneficios que realmente marcan la diferencia, como presupuestos para el desarrollo, programas de mentoría o incluso algo tan simple como almuerzos preparados? Estos aspectos únicos son los pilares de tu EVP.
Por ejemplo, un cliente nos dijo: “No necesitábamos un marketing llamativo: la pasión genuina de nuestro equipo por nuestra misión hablaba por sí sola, y creamos expectación en torno a nuestra marca organizando un hackathon enfocado en un nicho específico.” Ese tipo de autenticidad es lo que quieres reflejar.
Mantenlo sencillo
Ahora llega la parte de escribir. En lugar de usar palabras complicadas que suenan a libro de texto, escribe como si hablaras con un amigo. En vez de decir: “Ofrecemos un desarrollo profesional sinérgico y holístico,” prueba con algo como: “Te ayudamos a crecer con formación real, mentoría y oportunidades prácticas.” Las frases cortas y claras hacen que tu mensaje sea más fácil de entender y mucho más cercano.
Una de las EVP más memorables que vimos decía simplemente: “Trabaja aquí y sé tu mejor versión.” Es directo y honesto. Quieres que tu EVP se sienta como una promesa de un amigo, no como un discurso corporativo.
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Compartir tu EVP
Después de redactar tu EVP, compártelo en todas partes. Asegúrate de que la página de empleo de tu web no esté perdida entre demasiado texto. Utiliza fotos reales de tu equipo, vídeos cortos o incluso citas de empleados que reflejen la esencia de tu empresa.
En redes sociales, comparte momentos entre bastidores: instantáneas de comidas de equipo, lo más destacado de proyectos o incluso una charla informal entre colegas. Las historias reales pueden dar verdadera vida a tu EVP.
Cada oferta de trabajo es otra oportunidad para recalcar tu EVP. No te limites a enumerar las tareas del puesto; menciona por qué tu lugar de trabajo es un gran sitio para trabajar. Puede ser tan sencillo como decir: “Ofrecemos horarios flexibles y un equipo de apoyo donde tus ideas importan.”
Evolucionar con los tiempos
El mundo tecnológico está en constante cambio, y tu EVP también debería cambiar. En 2025, muchas empresas ofrecen opciones de trabajo flexibles, modelos remotos o híbridos y se centran más en las habilidades que en los títulos. Tu EVP debe reflejar estas tendencias. Si tu equipo disfruta de horarios flexibles o trabajo remoto, muéstralo claramente. Ser transparente con tu enfoque demuestra que estás en sintonía con el mundo laboral moderno.
También es importante revisar tu EVP con regularidad. Las necesidades de tu equipo pueden cambiar, al igual que el mercado. Dedica algo de tiempo una o dos veces al año para recibir comentarios y ajustar tu mensaje si es necesario. Una buena EVP siempre está en proceso de mejora.
Historias reales para inspirar
Veamos algunos ejemplos de la vida real que han sido muy efectivos para otras empresas:
- Shopify
Shopify destaca por centrarse en el crecimiento personal. Ofrece beneficios como aprendizaje autodirigido, presupuestos para el desarrollo y comidas completamente subvencionadas. Su sencillo mensaje—“Empezamos siendo unas cuantas personas, obsesionadas con el crecimiento personal. Hoy, esa misma búsqueda impulsa a miles”—se siente real y cercano. - Unilever
La promesa de Unilever consiste en marcar la diferencia. Su EVP dice a los empleados: “Concreta tu propósito a través de lo que haces, creando un mejor negocio y un mundo mejor.” Esto no son solo palabras vacías: es un compromiso con la formación de líderes y con generar un impacto, algo que sus clientes y su equipo ya conocen y valoran. - HubSpot
HubSpot hace hincapié en el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, y trata a los empleados de forma integral. Su promesa de “ayudarte a ser lo mejor que puedas ser” se ve respaldada por beneficios como vacaciones ilimitadas, trabajo 100% remoto e incluso sabáticos. Esto demuestra que se preocupan de verdad por el bienestar de su equipo.
Estos ejemplos muestran que una EVP sólida no va de ventajas llamativas o palabras de moda—se trata de una promesa que conecta con la gente a un nivel personal.
Una promesa que perdura
Al final del día, tu EVP es una promesa para tu equipo. Les dice: “Nos importas y estamos aquí para ayudarte a tener éxito.” Cuando posibles candidatos ven esa promesa, no solo buscan un trabajo; buscan un lugar donde puedan crecer, tener impacto y sentirse valorados.
Hemos aprendido a través de nuestra propia experiencia con los clientes que el mensaje adecuado no tiene que estar demasiado pulido. A veces, una promesa sencilla y honesta habla más alto que cualquier otra cosa. Nuestros clientes nos han dicho: “Una vez que vimos una promesa que realmente coincidía con nuestros valores, no hizo falta convencernos.” Ese es el tipo de impacto genuino que quieres que tenga tu EVP.
Tu EVP es el corazón de tu marca empleadora. Es una promesa que genera confianza y crea una experiencia positiva para todos los que entran por tu puerta. En un mundo donde todas las empresas compiten por el mejor talento tecnológico, contar con una EVP clara y honesta te diferencia.
Tómate el tiempo para hablar con tu equipo, recopila comentarios reales y elabora un mensaje que refleje de verdad la cultura única de tu empresa. Mantenlo sencillo, honesto y lo bastante flexible como para evolucionar con el tiempo. Cuando lo hagas, no solo atraerás al mejor talento, sino que también crearás una comunidad en la que la gente está entusiasmada por trabajar, crecer y contribuir cada día.
Invierte en tu EVP ahora. Es una promesa que te dará frutos con cada nueva contratación y cada día de trabajo.
Nuestra humilde opinión
Hemos visto esto suceder infinidad de veces. Un gran cliente salió a bolsa y quiso crear un equipo de ingeniería estratégico en Europa. De las 29 personas que contrataron a través de nosotros, hubo 7 candidatos a los que realmente querían, pero que finalmente rechazaron la oferta. Como siempre, les preguntamos sus motivos, que iban desde reseñas negativas hasta la frustración por un proceso de contratación demasiado largo.
Siempre investigamos a nuestros clientes a fondo antes de presentarles candidatos. En este caso, coincidimos en que la cultura no era especialmente atractiva—se sentía bastante estéril—aunque sí contaban con un producto muy interesante.
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